El espacio es un elemento importante en el ambiente
educativo, además se puede definir como el lugar físico y tridimensional en el
que el niño/a desarrolla sus tareas cotidianas y en el que descubrirá la
orientación, organización y estructuración de los objetos y seres en relación
con sí mismo y el espacio que ocupa.
Encontramos espacios interiores y exteriores. En
cuanto a los espacios interiores hay que tener en cuenta que en Educación
Infantil es preciso salir del “espacio-clase” para pasar al “espacio-escuela”,
es decir, sacar el máximo aprovechamiento a la totalidad de los espacios que poseemos
y convertirlos igualmente en espacios educativos.
En los espacios interiores podemos encontrar la
entrada, los servicios, las aulas, salas de usos múltiples etc. Además debemos
de tener en cuenta la importancia de los llamados “rincones de trabajo”. Estos
rincones responden a una estructuración del espacio de la clase que recoge
dinamismo, plasticidad y flexibilidad. Su objetivo es potenciar la autonomía
intelectual.
En cuanto a los espacios exteriores, podemos ver que
las ventajas del uso del espacio exterior son múltiples, y sus limitaciones
escasas. El niño/a percibe el exterior como una aventura de sol, aire,
imaginación y libertad. Hay que tener en cuenta que un espacio exterior debe de
reunir una serie de condiciones como ser amplio de fácil acceso desde las
aulas, espacio al sol y a la sombra, lugar para almacenaje de objetos de
exterior, espacio cubierto para época lluviosa etc.
Por otro lado, la organización del tiempo también es
importante en Educación Infantil. El tiempo
se puede entender como un continuo a través del cual se desarrolla de
manera ordenada nuestras actividades según una orientación antes-después.
Encontramos varios tipos de tiempos dependiendo de
la actividad y del lugar. Independientemente de estos tipos de tiempo, hay que
tener en cuenta una serie de características como que sea un tiempo flexible,
de la calidad del tiempo (dependerá de las actividades que planteemos, es
decir, si son atractivas o no para el alumnado), el tiempo es ritmo y el ritmo
es la repetición constante y de la misma manera de una serie de hechos. Por tal
motivo, el tiempo en Educación Infantil ha de ser secuencial rítmico y
constante.
Tanto para la distribución espacial como para la
temporal, tenemos que tener en cuenta una serie de criterios.
Algunos de los criterios para la distribución
espacial del aula vemos que pueden ser la necesidad de autonomía, dialéctica
entre lo individual y grupal, curiosidad y descubrimiento etc.
En cuanto a los criterios para la distribución del
tiempo, debemos tener en cuenta que aunque la organización de este deba ser
planificada de forma intencional, no quiere decir que cada jornada sea
programada de forma rígida y totalmente dirigida, ha de haber tiempo para el
juego libre y la actividad espontánea del niño/a. Sin embargo, en el marco
educativo en el que nos encontramos tenderemos en cuenta una serie de criterios
a la hora de distribuir el tiempo en una jornada escolar, algunos de estos
criterios son: características psicoevolutivas de los niños/as, evitar fatiga y
favorecer la concentración, tener en cuenta el periodo de adaptación etc.
Un aspecto importante en la creación de hábitos en
la Educación Infantil son las llamadas rutinas.
Estas rutinas establecen los tiempos de construcción en la elaboración de
procesos cognitivos, emocionales, incorporándose en el entorno a través de
éstas.
Las rutinas en los primeros meses de vida van a dar
las primeras nociones temporales y la primera estabilidad psíquica. Todas las rutinas deben cuidarse de una forma
esmerada y especial.
Como conclusión podemos decir que cada entorno
promueve, facilita o potencia determinado tipo de conductas en detrimento de
otras. Por ello cada educador/a debe tener a conciencia de cómo influyen las
variables del entorno físico en los niños/as de manera que pueda agudizar la
observación del ambiente en donde viven y crecen. Organizará el ambiente de
acuerdo con su concepción educativa, variándolo y modificándolo cuando las
necesidades del grupo lo aconsejan, contando con recursos para ello.
Pontíveros
Gómez R. “La organización de los espacios y del tiempo. Criterios para una
adecuada distribución y organización espacial y temporal. Ritmos y rutinas
cotidianas. La evaluación de los espacios y del tiempo”. Revista digital Innovación
y Experiencias Educativas. Nº 38 Enero 2011
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