Los principios de intervención educativa surgen de
las fuentes psicológicas y pedagógicas. Éstas son las que nos informan acerca
de los procesos de cambio psicológico y de los procesos de E-A respectivamente,
si bien, las otras dos fuentes también tienen un peso relevante. Todas ellas
sirven de referencia para orientar el proceso educativo y actuar en base a unas
creencias o principios que sobre el desarrollo y la educación se mantiene en
una sociedad en un momento dado.
En primer lugar, hemos de dejar claro que al hablar
de los principios de intervención educativa estamos refiriéndonos a los
criterios metodológicos. No debemos confundir un criterio metodológico con una
metodología concreta. El primero hace referencia a un principio general de
intervención que se considera adecuado para un grupo determinado de alumnos,
mientras que el segundo hace referencia a la forma concreta de poner en
práctica este principio en el aula.
Los fundamentos teóricos-prácticos de los principios
de intervención educativa actuales, constituyen una labor sintética y muy
elaborada de tendencias diversas que se han desarrollado dentro y fuera de
nuestro país desde finales del siglo XIX. Entre estas tendencias encontramos la
Escuela Nueva formada por un relevante grupo de autores que centra su actividad
en la búsqueda de métodos alternativos a los tradicionales, y que defienden una
nueva concepción del niño/a de su actividad discente y de su desarrollo
integral; las Teorías Cognitivas que nacen para tratar la compleja problemática
del aprendizaje en el aula y explicar los procesos psicológicos complejos.
Estas teorías se centran en el estudio de temas como la inteligencia, la
memoria, la creatividad, el pensamiento reflexivo y crítico; las Teorías
Sociales donde destacan la influencia de las demandas del entorno y las
respuestas de los sujetos a las mismas.
Estos principios de intervención educativa son los
siguientes:
1. Partir
del nivel de desarrollo del alumno/a: atender las características y
peculiaridades de cada uno de los alumnos/as para a partir de ahí planificar y
adecuar la tarea educativa.
2. Principio
de actividad: adoptar una actitud activa ante los contenidos a aprender, de
modo que la acción y la experimentación se convierten en el recurso esencial
para llegar al conocimiento.
3. Principio
de intuición: utilización de los sentidos y de la percepción como recurso
fundamental para captar la realidad.
4. Principio
de interés (motivación): predisposición o necesidad de realizar una determinada
actividad o tarea.
5. Principio
de generalización o transferencia: enseñar formas de resolver problemas de
enfrentarse a situaciones novedosas, de aplicar lo aprendido modificando los
factores que lo diferencian de la situación original en la que se aprendió.
6. Principio
de individualización: la clave de la educación no está en que todos sean
iguales, sino en favorecer al máximo las potencialidades de cada uno de
nuestros alumnos/as centrándonos en las capacidades que pueden ser
desarrolladas y en los logros que el niño/a va haciendo para promover su
desarrollo y reforzarlos.
7. Principio
de socialización: proceso a través del cual el niño/a va adquiriendo toda una
serie de conductas adaptativas que le van a permitir actuar de forma eficaz en
su entorno
8. Principio
de juego: jugar es un instrumento
privilegiado para desarrollar todas las capacidades que se pretende que alcance
el niño/a para el grado de actividad que comporta y que su carácter motivador
además de poseer innumerables beneficios como contribuir a favorecer la
colaboración y participación, aceptar y respetar las normas, construir
aprendizajes significativos etc.
9. Principio
de creatividad: capacidad de combinar lo que se posee de forma nueva, creando
productos originales, personales y distintos. Es en consecuencia, una capacidad
adaptativa que permite al niño/a la resolución de problemas de forma novedosa y
que por tanto debe ser estimulada a lo largo de las distintas etapas educativas.
10. Principio
de afectividad y relación: es imprescindible la creación de un ambiente cálido,
acogedor y seguro, en el que el niño/a se sienta querido y confiado para poder
afrontar los restos que le plantea su medio y adquirir los instrumento que le
permitan acceder a él.
También encontramos los principios organizativos en
cuanto a la organización del espacio, considerando la organización del espacio
como un agente educativo de primer orden, ya que el medio en el que el niño/ se
desenvuelve promueve, facilita o potencia determinadas conductas o actividades
anulando otras en razón de los valores culturales imperantes, invita a ciertas
acciones y condiciona un tipo de relación e intercambio; y la organización del tiempo,
debiendo respetar la globalidad, evitando segmentaciones arbitrarias, ya que la
organización del tiempo y la de la jornada escolar con los alumnos/as más
pequeños ha de tener como referente principal las necesidades de los
alumnos/as, sus características psicoevolutivas y sus intereses.
También debemos de tener en cuenta la organización
de los materiales, la colaboración con las familias, el carácter preventivo y
compensador de la escuela, la evaluación etc.
El artículo además nos habla de aspectos
significativos también para la escuela como es la globalización y la
importancia del aprendizaje significativo.
Globalizar supone en educación, tomar como punto de
partida un eje central, un tópico, un “tema” que tenga interés para el
alumno/a, que sea atractivo y motivador, que sea significativo y a partir de
ahí, organizar los contenidos de forma que se integren los distintos ámbitos.
El planteamiento globalizador, permite al niño/a
actualizar continuamente sus conocimientos, reestructurarlos y enriquecerlos,
ya que debe hacer múltiples entre lo que ya sabe y lo que enseñan. Entre los
autores de la Escuela Nueva, Ovide Decroly es considerado como el impulsor y
creador del primer método de globalización.
Por otro lado, en cuanto a la significatividad el
aprendizaje. El término aprendizaje significativo fue introducido por Ausubel
en la década de los años sesenta, aunque en nuestro país se popularizó mucho
más tarde. Se entiende por aprendizaje significativo, aquel que llega a
establecer vínculos sustantivados entre los nuevos contenidos que hay que
aprender y los que ya se encuentran en la estructura cognitiva del sujeto que
aprende.
“Unidad
de Trabajo 6: Principios de Intervención Educativa”. CFGS Educación Infantil.
Didáctica de la E.I
Excelente trabajo amiga, me ha ayudado mucho leerlo. Gracias
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