1. Introducción de la asignatura (OPINIÓN PERSONAL)
2. TEMA 1
Entorno familiar como potenciador o limitador de los procesos educativos y de aprendizaje en la infancia.
Escuela y función docente en educación infantil: condiciones de calidad (I II)
"Hacia una era post posmoderna en las comunidades educativas" (ARTÍCULOS)
3. TEMA 2
Atención Temprana ( TRABAJOS)
Programas de estimulación temprana de Glenn Doman (VÍDEOS)
4. TEMA 3
Planificación para el proceso de enseñanza aprendizaje en la educación infantil
"Organización de los espacios y del tiempo. Criterios para una adecuada distribución y organización espacial y temporal. Ritmos y rutinas cotidianas. La evaluación de los espacios y del tiempo". (ARTÍCULOS)
Rincones de actividad en educación infantil (VÍDEOS)
5. TEMA 4
Principios metodológicos en la educación infantil
"Principios de Intervención Educativa" (ARTÍCULOS)
Principios pedagógicos en educación infantil (VÍDEOS)
6. TEMA 6
El juego como principio y estrategia didáctica en educación infantil
"Artículo sobre la importancia del juego en educación infantil" (ARTÍCULOS)
"Influencia del juego para potenciar el desarrollo infantil en el ámbito educativo" (ARTÍCULOS)
7. Relación de Objetivos Generales de Etapa y Áreas (TRABAJOS)
8. Relación de Objetivos, Contenidos y Competencias Básicas con las Áreas (TRABAJOS)
9. Conclusión de la asignatura (OPINIÓN PERSONAL)

lunes, 13 de mayo de 2013
viernes, 10 de mayo de 2013
CONCLUSIÓN FINAL DE LA ASIGNATURA DE PROCESOS
A través de esta asignatura he aprendido la
importancia de los procesos educativos en la etapa de educación infantil, tanto
en el contexto familiar, social y escolar.
Además hemos desarrollado temas muy atractivos para
mí como son la atención temprana y sobre todo el juego, ya que como diplomada
en Educación Física me parece un medio muy óptimo para que el alumno desarrolle
su aprendizaje.
También hemos aprendido cuáles son las competencias
que tenemos que desarrollar en nuestro futuro desempeño profesional.
Por último, uno de los aspectos más interesantes de
la asignatura ha sido el poder identificar y planificar diferentes situaciones
educativas que afectan a estudiantes con diferentes capacidades y distinto
ritmos de aprendizaje, apoyando entre todo una escuela inclusiva e
individualizada.
jueves, 9 de mayo de 2013
LA INFLUENCIA DEL JUEGO PARA POTENCIAR EL DESARROLLO INFANTIL EN EL ÁMBITO EDUCATIVO
El artículo comienza desarrollando el concepto de
juego, para ello utiliza la definición de la RAE: 2” ejercicio recreativo
sometido a reglas en el cual se gana o se pierde”.
El juego ha existido a la largo de la historia de la
humanidad. Autores tan importantes como Platón, Aristóteles, el retórico
hispanorromano M.F. Quintiliano hasta el rey de Castilla Alfonso X el Sabio o
el gran pensador J.J. Rousseau nos hablan de la importancia del juego como
forma útil y agradable en el sistema educativo y en el desarrollo del niño. A medida
que transcurrían los años, las actividades lúdicas se vuelven más complejas y
elaboradas, los campos de acción se amplían y también las experiencias a escala
personal y grupal.
En el siglo XXI, continúa la preocupación existente
sobre el estudio de las actividades lúdicas y, además, se han ampliado las
perspectivas teóricas de las investigaciones y algunos estudiosos se han
orientado por la búsqueda de una conexión entre juego y desarrollo humano a fin
de concienciar a todos los agentes implicados en la educación sobre la
importancia del juego en la etapa infantil y de su influencia en el desarrollo
integral del niño.
El artículo también nos habla de las características
del juego desde diferentes puntos de vista de varios autores, destacando las
siguientes:
-
El juego es una actividad que sólo cabe
definir desde el propio organismo inmerso en ella.
-
El juego produce placer
-
La organización específica de las
conductas lúdicas
-
Predominio de los medios sobre los fines
-
El juego es libre, espontáneo, no
condicionado por refuerzos o acontecimientos externos
En los juegos de los niños, la intervención de los
adultos debe consistir en facilitar las condiciones que lo permiten en estar a
disposición del niño, no en dirigir ni imponer el juego.
Prestando atención a la clasificación que podemos
hacer de los juegos, nos centraremos en la utilizada por Piaget, J. (1945). Desde
una perspectiva pedagógica del juego, propone otra clasificación basada en que
no todos los juegos se manifiestan en los mismos momentos de la vida ni tienen
la misma influencia sobre las estructuras psíquicas.
Piaget establece tres principios estructurales que
serán la base de clasificación de los juegos: el ejercicio, el símbolo y la
regla. Estos tres principios se corresponden con los tres tipos de juegos que
propone:
1. Juegos
sensorio-motores y juegos de interacción social (acción): son los primeros
juegos que van apareciendo en el niño con el progresivo control que logra de su
propio cuerpo (agarrar, chupar, golpear etc).
2. Juegos
de ficción, de representación o simbólicos (imaginación-fantasía): empiezan
cuando los niños pueden representar aquello que no está presente. El niño se
relaciona con la realidad de manera que transforma el mundo exterior según sus
propios deseos, lo que le pone en condiciones de comprender y tener un cierto
dominio de la realidad.
3. Juegos
de reglas (organización): su inicio depende, en buena medida, del medio en el
que se mueve el niño y de los modelos que tenga a su disposición. La presencia
de hermanos mayores y la asistencia a aulas de preescolar facilitan la
sensibilización del niño a este tipo de juegos.
A principios del siglo XIX, aparecen las primeras
propuestas teóricas basadas en observaciones empíricas sobre el juego. Es a
partir del siglo XX cuando empiezan las nuevas teorías sobre el juego
principalmente en función de las nuevas corrientes psicológicas y existe una
gran preocupación por tratar de encontrar el sentido del juego en el ser
humano.
Las
teorías psicoafectivas de Freud, S. (1920), interpretan el
juego como una expresión del instinto de placer que domina la actividad lúdica
del niño.
El origen del juego en esta teoría, está en la
primera relación del niño con la persona que le cuida y mediante el juego
categoriza a las personas en buenas o malas según jueguen o no con él, acercándose
a las primeras porque le proporcionan seguridad. Con la actividad lúdica, el
niño desarrolla la capacidad de utilizar objetos y relacionarse con personas,
con la libertad de poder comunicar sentimientos y deseos.
Las
teorías cognitivas consideran que el juego refleja las
variaciones que tienen lugar en las estructuras cognitivas del sujeto,
influyendo en la evolución de las mismas. Mediante el juego el niño puede
relacionarse con realidades cuya complejidad le desbordaría en otro tipo de
relación. El juego sigue las etapas de desarrollo y así, en el período
pre-operacional, el niño juega de manera individual con juegos centrados en sus
propios intereses y apoyando su propia actividad, sin buscar la intervención de
otros compañeros. Posteriormente, los juegos son colectivos y se apoyan en
conocimientos compartidos por todos los niños.
Las teorías cognitivas más importante son las de Piaget, J. (1945), que distingue dos niveles
de juego (una explicación general del mismo y una distinción de cada una de sus
clases), y la de Vygotsky, L. S. (1979),
que fundamenta la importancia del juego en la capacidad que tiene de crear
zonas de desarrollo próximo.
Como conclusión podemos decir que el juego para el
niño es muy importante. A través de él experimenta, aprende, comprende la
realidad que le rodea, libera tensiones, desarrolla su imaginación, su ingenio,
ayuda a resolver conflictos y entender su entorno. Realmente es una herramienta
indispensable para su desarrollo, tanto físico, cognitivo, psicológico y
social.
Un niño quiere jugar a todas horas, no se cansa
nunca, es su manera de ir adaptándose a la sociedad y hacerse un hueco en ella.
Muchos médicos, afirman incluso que el juego es la base principal para saber si
todo va bien; un niño que no juega es un niño al que le pasa algo.
lunes, 6 de mayo de 2013
PRINCIPIOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA
Los principios de intervención educativa surgen de
las fuentes psicológicas y pedagógicas. Éstas son las que nos informan acerca
de los procesos de cambio psicológico y de los procesos de E-A respectivamente,
si bien, las otras dos fuentes también tienen un peso relevante. Todas ellas
sirven de referencia para orientar el proceso educativo y actuar en base a unas
creencias o principios que sobre el desarrollo y la educación se mantiene en
una sociedad en un momento dado.
En primer lugar, hemos de dejar claro que al hablar
de los principios de intervención educativa estamos refiriéndonos a los
criterios metodológicos. No debemos confundir un criterio metodológico con una
metodología concreta. El primero hace referencia a un principio general de
intervención que se considera adecuado para un grupo determinado de alumnos,
mientras que el segundo hace referencia a la forma concreta de poner en
práctica este principio en el aula.
Los fundamentos teóricos-prácticos de los principios
de intervención educativa actuales, constituyen una labor sintética y muy
elaborada de tendencias diversas que se han desarrollado dentro y fuera de
nuestro país desde finales del siglo XIX. Entre estas tendencias encontramos la
Escuela Nueva formada por un relevante grupo de autores que centra su actividad
en la búsqueda de métodos alternativos a los tradicionales, y que defienden una
nueva concepción del niño/a de su actividad discente y de su desarrollo
integral; las Teorías Cognitivas que nacen para tratar la compleja problemática
del aprendizaje en el aula y explicar los procesos psicológicos complejos.
Estas teorías se centran en el estudio de temas como la inteligencia, la
memoria, la creatividad, el pensamiento reflexivo y crítico; las Teorías
Sociales donde destacan la influencia de las demandas del entorno y las
respuestas de los sujetos a las mismas.
Estos principios de intervención educativa son los
siguientes:
1. Partir
del nivel de desarrollo del alumno/a: atender las características y
peculiaridades de cada uno de los alumnos/as para a partir de ahí planificar y
adecuar la tarea educativa.
2. Principio
de actividad: adoptar una actitud activa ante los contenidos a aprender, de
modo que la acción y la experimentación se convierten en el recurso esencial
para llegar al conocimiento.
3. Principio
de intuición: utilización de los sentidos y de la percepción como recurso
fundamental para captar la realidad.
4. Principio
de interés (motivación): predisposición o necesidad de realizar una determinada
actividad o tarea.
5. Principio
de generalización o transferencia: enseñar formas de resolver problemas de
enfrentarse a situaciones novedosas, de aplicar lo aprendido modificando los
factores que lo diferencian de la situación original en la que se aprendió.
6. Principio
de individualización: la clave de la educación no está en que todos sean
iguales, sino en favorecer al máximo las potencialidades de cada uno de
nuestros alumnos/as centrándonos en las capacidades que pueden ser
desarrolladas y en los logros que el niño/a va haciendo para promover su
desarrollo y reforzarlos.
7. Principio
de socialización: proceso a través del cual el niño/a va adquiriendo toda una
serie de conductas adaptativas que le van a permitir actuar de forma eficaz en
su entorno
8. Principio
de juego: jugar es un instrumento
privilegiado para desarrollar todas las capacidades que se pretende que alcance
el niño/a para el grado de actividad que comporta y que su carácter motivador
además de poseer innumerables beneficios como contribuir a favorecer la
colaboración y participación, aceptar y respetar las normas, construir
aprendizajes significativos etc.
9. Principio
de creatividad: capacidad de combinar lo que se posee de forma nueva, creando
productos originales, personales y distintos. Es en consecuencia, una capacidad
adaptativa que permite al niño/a la resolución de problemas de forma novedosa y
que por tanto debe ser estimulada a lo largo de las distintas etapas educativas.
10. Principio
de afectividad y relación: es imprescindible la creación de un ambiente cálido,
acogedor y seguro, en el que el niño/a se sienta querido y confiado para poder
afrontar los restos que le plantea su medio y adquirir los instrumento que le
permitan acceder a él.
También encontramos los principios organizativos en
cuanto a la organización del espacio, considerando la organización del espacio
como un agente educativo de primer orden, ya que el medio en el que el niño/ se
desenvuelve promueve, facilita o potencia determinadas conductas o actividades
anulando otras en razón de los valores culturales imperantes, invita a ciertas
acciones y condiciona un tipo de relación e intercambio; y la organización del tiempo,
debiendo respetar la globalidad, evitando segmentaciones arbitrarias, ya que la
organización del tiempo y la de la jornada escolar con los alumnos/as más
pequeños ha de tener como referente principal las necesidades de los
alumnos/as, sus características psicoevolutivas y sus intereses.
También debemos de tener en cuenta la organización
de los materiales, la colaboración con las familias, el carácter preventivo y
compensador de la escuela, la evaluación etc.
El artículo además nos habla de aspectos
significativos también para la escuela como es la globalización y la
importancia del aprendizaje significativo.
Globalizar supone en educación, tomar como punto de
partida un eje central, un tópico, un “tema” que tenga interés para el
alumno/a, que sea atractivo y motivador, que sea significativo y a partir de
ahí, organizar los contenidos de forma que se integren los distintos ámbitos.
El planteamiento globalizador, permite al niño/a
actualizar continuamente sus conocimientos, reestructurarlos y enriquecerlos,
ya que debe hacer múltiples entre lo que ya sabe y lo que enseñan. Entre los
autores de la Escuela Nueva, Ovide Decroly es considerado como el impulsor y
creador del primer método de globalización.
Por otro lado, en cuanto a la significatividad el
aprendizaje. El término aprendizaje significativo fue introducido por Ausubel
en la década de los años sesenta, aunque en nuestro país se popularizó mucho
más tarde. Se entiende por aprendizaje significativo, aquel que llega a
establecer vínculos sustantivados entre los nuevos contenidos que hay que
aprender y los que ya se encuentran en la estructura cognitiva del sujeto que
aprende.
“Unidad
de Trabajo 6: Principios de Intervención Educativa”. CFGS Educación Infantil.
Didáctica de la E.I
EL JUEGO COMO PRINCIPIO Y ESTRATEGIA DIDÁCTICA EN EDUCACIÓN INFANTIL
Piaget
(1986), “vincula la capacidad de jugar a la capacidad de representar o de
simbolizar, lo cual ocurre en el primer año de vida y se desarrolla durante el
segundo y tercer año. Esta etapa se caracteriza por el “imaginar o fingir” y es
la base del desarrollo del juego social”.
De esta
manera lo planteado por Piaget, refuerza el hecho de que el juego permite la
enseñanza al niño de saberes que van a permitirle alcanzar de manera
satisfactoria su desarrollo optimo en las diferentes áreas de aprendizaje,
especialmente en la que comprende la motricidad fina.
Según
Calderón (2005), define el juego infantil como “actividad que puede abordarse
desde muchos puntos de vista, uno de ellos el educativo, con el juego el niño
pone en marcha los mecanismos de su imaginación, expresa su manera de ver el
mundo que lo rodea, de transformarlo, desarrolla su creatividad y le da la
posibilidad de abrirse a los demás”.
Es a
través del juego que el docente puede llegar a enseñar a los niños en edad
preescolar de manera tal que active y mantenga su imaginación en todo momento y
lleve a la práctica dichos conocimientos de forma productiva y eficiente.
La actividad más importante de un niño en edad preescolar
es el juego. Es la manera específica en que el niño conquista su medio
ambiente. Mientras juega adquiere conocimientos y técnicas que tendrán gran
valor en su actividad escolar y, más tarde, en la vida, en el trabajo. Al
jugar, el niño desarrolla formas de conducta importantes para su actitud hacia
el aprendizaje y la comunicación social. Es por eso que se
puede afirmar que el juego determina el desarrollo completo del individuo.
Los niños
necesitan estar activos para crecer y desarrollar sus capacidades, el juego es
importante para el aprendizaje y desarrollo integral de los niños puesto que
aprenden a conocer la vida jugando.
Los niños
tienen necesitan hacer las cosas una y otra vez antes de aprenderlas por lo que
los juegos tienen carácter formativo al hacerlos enfrentar una y otra vez,
situaciones las cuales podrán dominarlas o adaptarse a ellas. A través del
juego los niños buscan, exploran, prueban y descubren el mundo por sí mismos,
siendo un instrumento eficaz para la educación.
El juego
es un ejercicio que realiza el niño para desarrollar diferentes capacidades:
· Físicas: para jugar los niños se
mueven, ejercitándose casi sin darse cuenta, con lo cual desarrollan su
coordinación psicomotriz y la motricidad gruesa y fina; además de ser saludable
para todo su cuerpo, músculos, huesos, pulmones, corazón, otros., por el
ejercicio que realizan, además de permitirles dormir bien durante la noche.
· Desarrollo sensorial y mental:
mediante la discriminación de formas, tamaños, colores, texturas,
otros.
· Afectivas: al experimentar emociones
como sorpresa, expectación o alegría; y también como solución de conflictos emocionales
al satisfacer sus necesidades y deseos que en la vida real no podrán darse
ayudándolos a enfrentar situaciones cotidianas.
· Creatividad e imaginación: el juego
las despierta y las desarrolla.
· Forma hábitos de cooperación, para
poder jugar se necesita de un compañero.
· El juego hace que los bebés y niños
pequeños aprendan a conocer su cuerpo, los límites de él y su entorno
Los niños
deben disfrutar de sus juegos y recreaciones y deben ser orientados hacia fines
educativos para así conseguir el máximo beneficio. En un inicio, los niños sólo
se desenvuelven por la percepción inmediata de la situación, hacen lo primero
que se les viene a la mente, pero este tipo de acción tiene sus límites sobretodo
cuando hay problemas; mediante el juego el niño aprende a desenvolverse en el
ambiente mental, utilizando el pensamiento para ir más allá del mundo externo
concreto, logrando guiar su conducta por el significado de la situación
obligándolo y motivándolo a desarrollar estrategias para la solución de sus
problemas. A partir de los dos años de edad, el niño comienza una nueva etapa
de juego utilizando su experiencia anterior para conseguir nuevos aprendizajes
más elaborados debido a que la naturaleza de sus juegos cambiará porque está
desarrollando su capacidad para pensar el sus nuevos descubrimientos, comienza
a comunicarse fluidamente, amplia su vocabulario y cuenta con un mejor dominio
de su cuerpo (motricidad gruesa y fina), haciendo que busque nuevas
experiencias, compañeros de juego para desenvolver su imaginación participando
más en el mundo de los adultos.
La etapa
escolar significa otro escalón en el progreso de sus juegos, ahora juegan en el
colegio y al llegar a casa siguen jugando y poniendo en práctica lo que han
vivido y aprendido en el colegio, imitando la realidad, representando por medio
del juego simbólico todo lo que han vivido o quieren vivir, permitiéndoles
exteriorizar sus emociones: alegrías, sentimientos, momentos difíciles, frustraciones,
otros.
Constituyen una forma de relación muy constructivista y en
este sentido los trabajos a investigar se clasifican de acuerdo a las
siguientes categorías:
Juego
de descubrimiento: favorece el
desarrollo intelectual a la capacidad de plantearse problema de una manera
creativa y de resolver los acuerdos a la capacidad de moverse en varios
estudios de desarrollo conceptual.
Juegos
sociales: influyen en el desarrollo
social y general, tiene que ver con la capacidad de colaborar y cooperar
con otras personas ayuda a la fluidez de la comunicación, aprender y valorarse así mismo.
Juegos
imaginativos: proporciona ocasiones
de expresar emociones, actuar y resolver aspectos problemáticos al momento
de suceder, realizar deseos y ambiciones capacidad imaginativa.
El
juego creativo: desarrolla la
destreza de coordinación pequeñas escalas, destrezas de pensamiento conceptual,
abstracto lateral, repuestas creativas a problemas y capacidad para
expresión y auto-expresión y la seguridad de ellos.
domingo, 5 de mayo de 2013
PRINCIPIOS METODOLÓGICOS DE LA EDUCACIÓN INFANTIL
Los
principios metodológicos son el conjunto de planteamientos que guían a la forma
en que se organizan, regulan y relacionan entre sí los diversos componentes que
intervienen en el proceso de aprendizaje: objetivos, contenidos, actividades y
recursos y muy especialmente alumnos/as, docentes y comunidad educativa.
Dentro de
las aportaciones de los principios metodológicos, encontramos la aparición de
la Escuela Nueva.
La
Escuela Nueva estaba formada por un grupo de autores que centran su actividad
en la búsqueda de métodos alternativos a los tradicionales, y que defienden una
nueva concepción del niño/a, de su actividad discente y de su desarrollo
integral.
La
Escuela Nueva nació en Europa y en los Estados Unidos, donde también se le
llamó Escuela Progresista. Se dio a partir de la I Guerra Mundial (finales
S.XIX y principios del S.XX), pensando en la educación como instrumento de paz,
para formar en la solidaridad y en la cooperación. Estuvo constituido por
realizadores diversos, aunque partieron de las mismas bases y de la necesidad
de transformar la escuela. Son un conjunto de principios encaminados a revisar
y transformar las formas anteriores de educación (las tradicionales). Esta
debía ser obligatoria, universal y gratuita.
Desde los
últimos años del siglo pasado muchos educadores comenzaron entonces a
considerar nuevos problemas, tratando de resolverlos con la aplicación de
recientes descubrimientos relativos al desarrollo infantil. Otros intentaban
variar los procedimientos de enseñanza, transformar luego las normas
tradicionales de la organización escolar (una escuela nueva).
Los
autores más importantes de esta renovación pedagógica del siglo XX son entre
otros Montessori, Freinet, Declory, Neill, Fröebel y las hermanas Hagassi.
Las ideas
básicas de esta corriente eran: la globalización e interdisciplinariedad de los
contenidos, la búsqueda de actividades motivadoras y significativas, el
desarrollo de la capacidad creadora y la importancia de la colaboración
familia-escuela en la educación de los niños/as.
Es labor del docente y de los equipos de ciclo, de forma
coordinada, de establecer las metodologías concretas a través de las cuales se
van a llevar a cabo estos principios, estableciendo pautas de actuación
precisas. A continuación vamos a ver cada uno de ellos:
1. Partir del nivel de desarrollo del
alumno/a
2. Principio de actividad
3. Principio de intuición
4. Principio de interés (motivación)
5. Principio de generalización o
transferencia
6. Principio de individualización
7. Principio de socialización
8. Principio de juego
9. Principio de creatividad
10. Principio de afectividad y relación
Además de
estos principios educativos, también encontramos principios organizativos en
cuanto a la organización del espacio, del tiempo, de los materiales etc.
sábado, 4 de mayo de 2013
Artículo sobre la importancia del juego en Educación Infantil
http://www.efdeportes.com/efd153/influencia-del-juego-infantil-en-el-desarrollo.htm
Podemos afirmar que el juego es un instrumento de aprendizaje, de y para la vida. Se puede utilizar no solamente para estimular la creatividad sino como una manera de transformar emociones negativas. Es un importante vehículo que tienen los niños/as para aprender y asimilar nuevos conceptos, habilidades y experiencias; por ello podemos decir, sin temor a equivocarnos, que es un instrumento primordial para la educación
Podemos afirmar que el juego es un instrumento de aprendizaje, de y para la vida. Se puede utilizar no solamente para estimular la creatividad sino como una manera de transformar emociones negativas. Es un importante vehículo que tienen los niños/as para aprender y asimilar nuevos conceptos, habilidades y experiencias; por ello podemos decir, sin temor a equivocarnos, que es un instrumento primordial para la educación
LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESPACIOS Y DEL TIEMPO. CRITERIOS PARA UNA ADECUADA DISTRIBUCIÓN Y ORGANIZACIÓN ESPACIAL Y TEMPORAL. RITMOS Y RUTINAS COTIDIANAS. LA EVALUACIÓN DE LOS ESPACIOS Y DEL TIEMPO
El espacio es un elemento importante en el ambiente
educativo, además se puede definir como el lugar físico y tridimensional en el
que el niño/a desarrolla sus tareas cotidianas y en el que descubrirá la
orientación, organización y estructuración de los objetos y seres en relación
con sí mismo y el espacio que ocupa.
Encontramos espacios interiores y exteriores. En
cuanto a los espacios interiores hay que tener en cuenta que en Educación
Infantil es preciso salir del “espacio-clase” para pasar al “espacio-escuela”,
es decir, sacar el máximo aprovechamiento a la totalidad de los espacios que poseemos
y convertirlos igualmente en espacios educativos.
En los espacios interiores podemos encontrar la
entrada, los servicios, las aulas, salas de usos múltiples etc. Además debemos
de tener en cuenta la importancia de los llamados “rincones de trabajo”. Estos
rincones responden a una estructuración del espacio de la clase que recoge
dinamismo, plasticidad y flexibilidad. Su objetivo es potenciar la autonomía
intelectual.
En cuanto a los espacios exteriores, podemos ver que
las ventajas del uso del espacio exterior son múltiples, y sus limitaciones
escasas. El niño/a percibe el exterior como una aventura de sol, aire,
imaginación y libertad. Hay que tener en cuenta que un espacio exterior debe de
reunir una serie de condiciones como ser amplio de fácil acceso desde las
aulas, espacio al sol y a la sombra, lugar para almacenaje de objetos de
exterior, espacio cubierto para época lluviosa etc.
Por otro lado, la organización del tiempo también es
importante en Educación Infantil. El tiempo
se puede entender como un continuo a través del cual se desarrolla de
manera ordenada nuestras actividades según una orientación antes-después.
Encontramos varios tipos de tiempos dependiendo de
la actividad y del lugar. Independientemente de estos tipos de tiempo, hay que
tener en cuenta una serie de características como que sea un tiempo flexible,
de la calidad del tiempo (dependerá de las actividades que planteemos, es
decir, si son atractivas o no para el alumnado), el tiempo es ritmo y el ritmo
es la repetición constante y de la misma manera de una serie de hechos. Por tal
motivo, el tiempo en Educación Infantil ha de ser secuencial rítmico y
constante.
Tanto para la distribución espacial como para la
temporal, tenemos que tener en cuenta una serie de criterios.
Algunos de los criterios para la distribución
espacial del aula vemos que pueden ser la necesidad de autonomía, dialéctica
entre lo individual y grupal, curiosidad y descubrimiento etc.
En cuanto a los criterios para la distribución del
tiempo, debemos tener en cuenta que aunque la organización de este deba ser
planificada de forma intencional, no quiere decir que cada jornada sea
programada de forma rígida y totalmente dirigida, ha de haber tiempo para el
juego libre y la actividad espontánea del niño/a. Sin embargo, en el marco
educativo en el que nos encontramos tenderemos en cuenta una serie de criterios
a la hora de distribuir el tiempo en una jornada escolar, algunos de estos
criterios son: características psicoevolutivas de los niños/as, evitar fatiga y
favorecer la concentración, tener en cuenta el periodo de adaptación etc.
Un aspecto importante en la creación de hábitos en
la Educación Infantil son las llamadas rutinas.
Estas rutinas establecen los tiempos de construcción en la elaboración de
procesos cognitivos, emocionales, incorporándose en el entorno a través de
éstas.
Las rutinas en los primeros meses de vida van a dar
las primeras nociones temporales y la primera estabilidad psíquica. Todas las rutinas deben cuidarse de una forma
esmerada y especial.
Como conclusión podemos decir que cada entorno
promueve, facilita o potencia determinado tipo de conductas en detrimento de
otras. Por ello cada educador/a debe tener a conciencia de cómo influyen las
variables del entorno físico en los niños/as de manera que pueda agudizar la
observación del ambiente en donde viven y crecen. Organizará el ambiente de
acuerdo con su concepción educativa, variándolo y modificándolo cuando las
necesidades del grupo lo aconsejan, contando con recursos para ello.
Pontíveros
Gómez R. “La organización de los espacios y del tiempo. Criterios para una
adecuada distribución y organización espacial y temporal. Ritmos y rutinas
cotidianas. La evaluación de los espacios y del tiempo”. Revista digital Innovación
y Experiencias Educativas. Nº 38 Enero 2011
miércoles, 1 de mayo de 2013
HACIA UNA ERA POST POSMODERNA EN LAS COMUNIDADES EDUCATIVAS
El artículo nos habla sobre los diferentes fenómenos
fundamentales de la educación de nuestro tiempo, invitándonos a la reflexión y
a la ampliación de nuestra posibilidad de vivir en el bienestar individual y
social como seres naturalmente éticos y autónomos, capaces de asumir la
responsabilidad de ser conscientes del mundo que producimos con nuestro propio
vivir.
Estamos conscientes de que vivimos y convivimos en
comunidades como la familia, la escuela, las organizaciones, la sociedad y el
mundo natural, y de que en cada una de ellas nuestras acciones tienen un
sentido u otro dependiendo desde qué emoción o deseo sean suscitadas.
La finalidad del trabajo es posibilitar que docente
y estudiantes vivan y convivan en el bienestar que surge del moverse en una
“autonomía reflexiva y de acción” que los hace naturalmente responsables,
libres y éticos y, al mismo tiempo, les permita abrir espacios de convivencia y
generar a través de la realización y conservación de tales espacios, un
encuentro humano en que uno mismo, el otro, la otra o lo otro resultan
legítimos “otros” en convivencia con uno, ampliando los espacios de plasticidad
conductual y de transformación congruente con el mundo que la comunidad
educativa trae a la mano en su vivir y convivir.
El artículo nos haba del papel de la escuela desde
varios puntos de vista.
En primer lugar, la escuela como comunidad
educativa, se nos habla de que la comunidad surge a partir de las acciones que
las personas realizan en todo momento, en la conservación de las relaciones
entre ellas. Centrar el enfoque en la comunidad de personas que generan una
comunidad educativa permite que pueda ser vivencial lo que muchos colegios
conciben como “proyectos educativos”.
También se nos habla de la escuela como centro
social ya que no hay escuela o colegio que se encuentre desconectado de ningún
proceso social y menos aún de otras organizaciones. El colegio pasaría a
constituirse, además de un espacio educativo como hemos dicho anteriormente, en
un centro social donde se pueden llevar a cabo conversaciones abiertas, de
contenidos ciudadanos, conversando todo lo público, integrando siempre a los
niños y jóvenes, siendo esta, para ellos, la ocasión de múltiples aprendizajes
que se dan en el vivir comunitario, creando condiciones espontáneas para
generar una conciencia social.
Por último se nos habla también de la escuela como
una comunidad científica
También el artículo nos habla de un espacio de
acción ética que surge como una consecuencia espontánea del moverse en la
reflexividad, donde todo actuar está determinado por los propios deseos, ya que
no hay ninguna otra condición externa que incida, a pesar de que en el vivir
corriente esto sea utilizado como un argumento para excusarse.
El artículo nos muestra los perfiles post
posmodernos del educador, del estudiante, de la familia y de la sociedad.
-
Perfil estudiante post posmoderno: Se
trata de que los niños vivan un espacio experiencial de transformación
reflexiva en la convivencia, que empieza en el útero, en el cual se van
transformando de modo que ese espacio genere las posibilidades de autonomía en
la interacción hasta su adultez, como seres respetadores de sí mismo y de los
otros, colaboradores, autónomos y responsables.
-
Perfil de la familia post posmoderna:
Que los niños aprendan los quehaceres fundamentales de su vida adulta a través
de la convivencia y viviendo en el mutuo respeto en todas las partes, pero
primariamente, durante la infancia, en la casa, en la escuela y en la calle.
-
Perfil de la sociedad post
posmoderna: La tarea central de la
educación y de la sociedad es que este tránsito hacia la vida adulta se
produzca en la configuración de un mundo grato para el niño, en el cual se
pueda colaborar y aprender sin temor a desaparecer en la colaboración y sin
tener vergüenza por no saber
Como conclusión,
podemos ver que esta propuesta de trabajo se lleva a cabo desde un sustrato
epistemológico unitario que elude de manera consciente toda tentación dualista,
ampliando el entendimiento de nuestra constitución como seres vivos y como
seres humanos, invitándonos a la reflexión y a la ampliación de nuestras
posibilidad de vivir en el bienestar individual y social como seres
naturalmente éticos y autónomos, capaces de asumir la responsabilidad de ser
conscientes del mundo que producimos con nuestro propio vivir.
Dávila
Yáñez X. Maturana Romesín H. Hacia una era post posmoderna en las comunidades
educativas. Revista Iberoamericana de Educación. Nº49 (2009).
martes, 30 de abril de 2013
jueves, 25 de abril de 2013
ATENCIÓN TEMPRANA
“Conjunto
de intervenciones, dirigidas a la población infantil de 0-6 años, a la familia
y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las
necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos
en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos. Estas intervenciones,
que deben considerar la globalidad del niño, han de ser planificadas por un
equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar”.
Esta es la definición que da el Libro Blanco de la Atención Temprana. El Libro
Blanco de Atención Temprana es un instrumento para poder llegar a la
comprensión y el desarrollo de la Atención Temprana. Además ha propiciado la
expansión de la Atención Temprana, así como el diseño de planes específicos en
las diversas Comunidades Autónomas.
La
Atención Temprana no debe de entenderse como algo dirigido exclusivamente a
niños con discapacidad sino que va dirigida a toda la población infantil. Las
intervenciones se hacen tanto al niño como al entorno que le rodea, es decir, a
la familia, escuelas, etc.
También encontramos definiciones de otros autores
sobre la atención temprana como las siguientes:
-
Guralnick (2001): “sistema diseñado para
apoyar patrones familiares de interacción que mejor estimulen el desarrollo
evolutivo del niño”.
-
Shonkoff y Meisels (2000): “los
servicios multidisciplinares que se les ofrecen a los niños desde su nacimiento
hasta los cinco años. Los principales objetivos son: fomentar la salud y el
bienestar infantil, mejorar las competencias emergentes, reducir los retrasos
evolutivos, remediar las discapacidades existentes o posibles, prevenir los
deterioros funcionales, fomentar la paternidad responsable y sobre todo la
funcionalidad familiar”.
-
Dunst (1985): “provisión de apoyo (y
recursos) a las familias de los niños por parte de los miembros de redes de
apoyo social formal o informal que repercuten tanto directa como indirectamente
en los padres, la familia y el funcionamiento del niño”.
En
los inicios de esta disciplina se empezó utilizando el concepto de estimulación
precoz pero evolucionó a una terminología más precisa, es decir, pasó a
llamarse estimulación temprana. Este término aparece en el documento de la
Declaración de los Derechos del Niño, en 1959, definido como una forma
especializada de atención a los niños y niñas que nacen en condiciones de
riesgo biológico y social, en el que se privilegia a aquellos que provienen de
familias marginales, carenciales o necesitadas. Es Lydia Coriat la que propone e inicia el cambio
de precoz a temprana. Define la estimulación temprana como “una técnica que
tiene por objetivo apoyar al niño en el desarrollo de sus aspectos
instrumentales, destinada a brindar impulso a funciones ya existentes en el
sujeto, y susceptibles de averiarse por medio del estímulo, actuando dicha
estimulación a través de la actividad que produce en el sujeto estimulado,
dirigiéndose al niño en su conjunto, siendo la acción el eje de datos en el
desarrollo del niño, consistente en crear las mejores condiciones posibles para
que la misma familia del niño lo rodee y lo incluya como uno más”. Pero en
1998 Candel diferencia entre ambos conceptos diciendo que: “Estimulación
precoz, como un tratamiento dirigido únicamente al niño, sino más bien atención
temprana como un conjunto de actuaciones dirigido al niño, la familia y a la
comunidad”. Ya en el año 1999 el
grupo de Prevención y Atención al Desarrollo Infantil en 1999 la define
como: “Conjunto de acciones planificadas”. Finalmente en el año 2000 el Libro Blanco de la Atención Temprana
ofrece la última definición de Atención Temprana: “Se entiende por Atención
Temprana el conjunto de intervenciones, dirigidas a la población infantil de
0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo
más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan
los niños con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.
Estas intervenciones, que deben considerar la globalidad del niño, han de ser
planificadas por un equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o
transdisciplinar”.
Una
atención Temprana en la escuela debe participar de principios esenciales como
son:
-
El diálogo entre las familias y las
administraciones; la gratuidad e igualdad de oportunidades evitando riesgos y
previniendo discapacidades. Interdisciplinariedad que debe identificar los
diferentes ámbitos (físicos, psicológicos y pedagógicos) y la coordinación de
los profesionales que intervienen.
-
Una buena sectorización que haga limitar
los campos de actuación a los diversos servicios.
-
El tutor/ a de aula debe realizar una
intervención didáctica que tenga en cuenta todos los factores que intervienen
en el desarrollo infantil (físico, neurológicos, psicológicos y pedagógicos)
para intervenir desde el punto de vista educativo.
-
Es decir, es necesario proceder en
primer lugar a una valoración de las necesidades del niño y de su entorno, para
realizar posteriormente un tratamiento educativo rehabilitador que tenga en
cuenta el currículum común de su edad al mismo tiempo que los programas de
apoyo específicos.
En
la organización de toda etapa educativa se deben considerar aspectos formales
como son las leyes y planificación docente; aspectos personales como
profesionales que inciden en la etapa y aspectos materiales.
En
el organigrama actual de la administración pública los ámbitos competentes en
materia de Atención Temprana son: Sanidad, Servicios Sociales y Educación.
Se
hace necesario un sistema que regule y arbitre las relaciones entre estas tres
áreas, creando un marco legislativo de carácter estatal y autonómico que
establezca la coordinación y la actuación conjunta a favor de la gratuidad y
universalización de los centros de Atención Temprana en todo el territorio del
Estado.
miércoles, 17 de abril de 2013
PLANIFICACIÓN PARA EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE EN LA EDUCACIÓN INFANTIL
Debemos de entender el proceso de desarrollo (formación progresiva de las funciones
propiamente humanas como el lenguaje, el razonamiento, la memoria, la atención
o la estima) desde una perspectiva constructivista repercute en nuestra
intervención y planificación como maestros y maestras en el proceso de
aprendizaje (mediante ellos incorporamos nuevos conocimientos, valore y
habilidades que son propios de la cultura y la sociedad en que vivimos) del
alumnado.
Podemos considerar que esta etapa de Educación
Infantil tiene entidad propia; conviene no caer en la trampa de dejarnos llevar
por las exigencias que pueden manifestarse desde las etapas posteriores de la
enseñanza.
Es esencial saber qué queremos enseñar y porqué. A
partir de aquí encontraremos las diversas maneras de alcanzar nuestro objetivo. La reflexión sobre qué
queremos que aprendan los pequeños durante la etapa es un elemento fundamental
para proporcionarle coherencia. Aprendemos
a través de la relación que establecemos con los objetos y las personas.
Es fundamental proporcionar experiencias variadas a los niños y ayudarles a
establecer relaciones entre todo lo que experimentan. Todo cuanto queremos que
aprendan desde el nacimiento hasta la los seis años puede considerarse contenidos de aprendizaje de esta
etapa. Es importante identificar las particularidades
de cada ciclo ya que esto nos ayudará a determinar los objetivos propios
que queremos alcanzar en cada uno de ellos. Es obvio que hay diferencias entre
lo que necesitan los bebés de un año y lo que necesitan los de cuatro; la
identificación de estas necesidades distintas nos ayuda a pensar en el
currículum propio de cada una de las edades y de los dos ciclos.
La Educación Infantil constituye la etapa educativa
con identidad propia que comprende a niños/as desde el nacimiento hasta los 6
años de edad, distribuidos en dos ciclos de educación infantil: el primero
comprende desde los cero a los tres años de edad, y el segundo ciclo desde los
tres hasta los seis años.
La Educación Infantil tiene carácter voluntario y su
finalidad es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, intelectual y
social de los niños/as. Además tiene los principios generales de
transversalidad, integración y globalidad.
Del mismo modo que en otras etapas educativas, el
objetivo de la educación no es exclusivamente el rendimiento de los niños; en
la educación infantil, las propuestas didácticas, las intervenciones del
profesorado y todo cuando constituye la práctica educativa es igualmente
susceptible de evaluación. La evaluación está al servicio de una enseñanza capaz de
dar respuesta a las necesidades de los diversos alumnos que constituyen un
grupo. La función básica de la evaluación en esta etapa consiste en
proporcionar información que permita regular la enseñanza, ajustarla y
adecuarla a los diferentes usuarios a los que va dirigida.
Del mismo modo que hay que cuidar la evaluación, las
situaciones, los instrumentos etc, también hay que cuidar los medios y las
formas a través de las cuales comunicamos la información procedente de la
evaluación a los diferentes destinatarios posibles. Conviene reflexionar sobre
cómo la utilizarán y cómo podemos ayudarles a utilizarla en beneficio del niño.
En cuanto a los niveles de concreción curricular
encontramos:
-
Primer nivel: Enseñanzas mínimas
(Gobierno del Estado)
-
Segundo nivel: Decreto de Currículo
(Comunidades Autónomas)
-
Tercer nivel: Programaciones didácticas
(Equipo docente del centro educativo)
-
Cuarto nivel: Programación de aula
(Maestro)
Por último, podemos ver la importancia del trabajo
cooperativo. El trabajo en equipo no es opcional; es un requisito para una
enseñanza coherente, basada en principios compartidos que eviten lagunas y
repeticiones innecesarias. Es un requisito para una enseñanza de calidad.
La elaboración de un proyecto de centro es una
herramienta crucial para progresar en una propuesta educativa de calidad, ya
que exige el trabajo en equipo en torno a cuestiones fundamentales; ¿qué
enseñamos y por qué?, ¿cuándo y cómo lo hacemos?, ¿cómo evaluamos que nuestros
esfuerzos tengan éxito?
Elaborar un proyecto de centro es un proceso y un
hito. No se hace para guardarlo en un cajón, sino para llevarlo a la práctica
y, posteriormente, a partir de las actuaciones e intervenciones realizadas,
modificarlo y enriquecerlo constantemente.
martes, 9 de abril de 2013
ESCUELA Y FUNCIÓN DOCENTE EN EDUCACIÓN INFANTIL: CONDICIONES DE CALIDAD Y EFICACIA
La categoría
infancia, si bien remite a un conjunto definido de sentidos, en ocasiones se la
utiliza para nombrar realidades muy diversas de manera uniforme. Es por ello que
se vuelve imprescindible, anclar el concepto de niñez, en los marcos sociales e
históricos que condicionan o habilitan diferentes maneras de ser niños.
Según algunos autores, es posible considerar la infancia desde una perspectiva psicobiológica, cuando nos referimos a ella atendiendo, al tiempo biológico que se extiende entre el nacimiento y la pubertad, y al tiempo de estructuración del aparato psíquico en la interacción con otros; y desde una perspectiva socio – histórica, como un tiempo cultural construido por los adultos, es decir como la institución cultural de un determinado lugar en la cadena generacional.
Según algunos autores, es posible considerar la infancia desde una perspectiva psicobiológica, cuando nos referimos a ella atendiendo, al tiempo biológico que se extiende entre el nacimiento y la pubertad, y al tiempo de estructuración del aparato psíquico en la interacción con otros; y desde una perspectiva socio – histórica, como un tiempo cultural construido por los adultos, es decir como la institución cultural de un determinado lugar en la cadena generacional.
La Educación
Infantil, en sentido amplio, hace referencia a la educación, a la “atención
educativa, ofrecida durante los años comprendidos entre el nacimiento y el
comienzo de la escolaridad obligatoria. En un sentido más restringido,
podríamos hablar de la educación infantil formal que haría referencia a la
educación institucional ofrecida a los niños de estas edades en cualquiera de
los centros educativos dedicados a ello.
La educación infantil
formal nació impulsada básicamente por motivos “extrapedagógicos”, lo que no
quiere decir que no se pensara en ella como importante para lograr buenos
resultados educativos posteriores. Al hablar de educación preescolar, se pone
el acento en lo que viene después mientras que la expresión educación infantil
indica que nos referimos a una etapa determinada que, cada día, más, tiene
sentido en sí misma y no se justifica sólo como preparación para etapas posteriores.
En conclusión, la
Educación Infantil ha ido evolucionando desde la antigüedad hasta nuestros
días, en los que cada vez se estudia e investiga de forma que podamos realizar
nuestra labor como docentes teniendo en cuenta los estudios precedentes, tanto
de psicología como de pedagogía, para incorporarlos en nuestros trabajo con los
niños/as.
En cuanto a los
factores para una Educación Infantil de calidad, creo que es importante
destacar aspectos como:
- Organización de los espacios
- Equilibrio entre iniciativa infantil y trabajo
dirigido a la hora de planificar y desarrollar las actividades
- Atención privilegiada a los aspectos
emocionales
- Uso de un lenguaje enriquecido
- Diferenciación de actividades para abordar
todas las dimensiones del desarrollo y todas las capacidades
- Rutinas estables
- Materiales diversificados y polivalentes
- Atención individualizada a cada niño y a cada
niña
- Sistemas de evaluación, toma de notas, etc.,
que permitan el seguimiento global del grupo y de cada uno de los niños/as
-
Trabajo
con los padres y madres y con el entorno (escuela abierta)
ESCUELA Y FUNCIÓN DOCENTE EN EDUCACIÓN INFANTIL: CONDICIONES DE CALIDAD Y EFICACIA II
En primer lugar desarrollamos el concepto de
competencia como el conjunto de conocimientos, destrezas y actitudes necesarias
para desempeñar una función dada, y para lo cual se requiere: contar con un
conjunto de conocimientos especiales que permiten dominar como experto los
contenidos y tareas propias de cada ámbito profesional.
En el Espacio Europeo de Enseñanza Superior
(EEES) el estudiante cobra un perfil más destacado. El sistema, diseñado
conforme a la filosofía ECTS (European Credit Transfer System), convierte al
“crédito” en la unidad básica de planificación, de actuación y de evaluación.
Este concepto va siendo conocido y aceptado, pero no sucede lo mismo cuando a
dicho sistema de créditos se le vincula con el aprendizaje por competencias.
Esta situación es particularmente llamativa por las implicaciones estrechas y
relevantes que debiera tener, al menos, en tres niveles: en la formulación de
los títulos, en la utilización de métodos, actividades y recursos de
aprendizaje, y en la evaluación.
En este tema también encontramos la importancia
del proyecto Tuning. The Tuning Educational Structures in Europa Project,
define la “competencia” desde una perspectiva integrada, como “lo que una
persona es capaz o competente de ejecutar, el grado de preparación, suficiencia
y/o responsabilidad para ciertas tareas”.
Las competencias se clasifican en transversales o
generales y específicas. Las transversales son las propias del diseño de la
titulación. Las específicas son el contrapunto y deben hacer explícitos los
resultados de aprendizaje de una asignatura.
Las transversales, a su vez, se clasifican en
instrumentales, interpersonales y sistémicas. Las interpersonales miden las
habilidades de relación social y de integración en diferentes colectivos y la
capacidad de trabajar en equipos específicos y multidisciplinares, esto es, se
trata de las capacidades que permiten que las personas tengan interacción con
los demás. Las sistémicas miden las cualidades individuales y la motivación en
el trabajo, ya que exigen destrezas relacionadas con la comprensión de la
totalidad como un sistema. Las competencias específicas se dividen en tres
clases: las académicas o relativas a conocimientos teóricos (saber); las
disciplinares o conjunto de conocimientos prácticos requeridos para cada sector
profesional (hacer); y, finalmente, las de ámbito profesional, que incluyen
tanto habilidades de comunicación e indagación, como el know how aplicadas al
ejercicio de una profesión concreta (saber hacer).
En cuanto a las competencias profesionales que
debe de tener el docente de Educación Infantil, se pueden resumir de la
siguiente manera:
-
Conocer las características profesionales y personales
implicadas en esta profesión.
-
Identificar cuáles son sus ámbitos de actuación como
profesional de la educación.
-
Saber sus capacidades y funciones en cada uno de los
campos en los que se puede actuar.
-
Reflexionar sobre las responsabilidades de la profesión
con los niños/as, padres/madres, compañeros/as…
-
Analizar el compromiso de participación social
-
Mantener sus conocimientos al día con una formación
continuada
-
Incorporar la ética a la acción profesional.
Por último, los maestros y maestras de Educación
Infantil requieren desarrollar las habilidades y destrezas profesionales
propias de la función docente de manera tal que asegure una eficiente
implementación del currículo y que garantice una educación de calidad.
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